Quiénes somos
Nuestro sueño
FUNNERU contribuye al reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad en el marco de conflictos armados y al fortalecimiento de sus redes de apoyo, organizaciones y colectivos, promoviendo condiciones que les permitan potenciar sus capacidades individuales y colectivas de agencia.
Nuestra meta
FUNNERU visibiliza las afectaciones y las acciones de las personas con discapacidad sobrevivientes del conflicto armado y sus redes de apoyo, y promueve su participación y liderazgo en espacios de intercambio e incidencia para la construcción de una sociedad más incluyente.
Nuestra historia
FUNNERU honra y continúa el legado de Néstor Rueda, abogado colombiano que trabajó en temas sociales y que en los últimos años de su carrera profesional acompañó los reclamos de soldados heridos en combate. Su esposa, Alicia Gómez, y su hija menor, Marcela Rueda, deciden crear esta iniciativa con un capital privado. El trabajo de Marcela desde los 16 años en inclusión, equidad e igualdad se conjuga con las inquietudes de Néstor relacionadas con la discapacidad y el conflicto. El resultado es la incorporación de una perspectiva de género y el reconocimiento de dos cuestiones significativas: por un lado, debido a factores sociales, económicos y culturales, en muchos casos son mujeres (hijas, madres, hermanas, tías, compañeras, esposas o abuelas) quienes juegan un rol importante en el apoyo y el cuidado de las personas con discapacidad; y por otro, las mujeres con discapacidad sufren victimizaciones adicionales por las violencias basadas en género que suelen ocurrir en el marco de la guerra.
Nuestros valores
Dignidad: creemos que todo proceso de transformación social debe iniciar por el reconocimiento de la dignidad humana. Los conflictos armados y otras situaciones de violaciones a los derechos humanos buscan lesionarla, por tanto, es fundamental trabajar por visibilizar cómo las personas con discapacidad han liderado procesos de restablecimiento de sus derechos, de reconstrucción del tejido social y de reclamo para una sociedad más justa.
Cooperación: reconocemos que las personas con discapacidad sobrevivientes de conflictos armados, sus colectivos, organizaciones y redes de apoyo más cercanas tienen múltiples capacidades que, en escenarios propicios, florecen y pueden llegar a nutrir a otras personas. Al establecer relaciones horizontales entre las partes involucradas, Neru apuesta por la potencia que tiene la suma de las fuerzas colectivas.
Diversidad: inherente a la condición humana, el respeto por la diversidad en todas sus manifestaciones orienta nuestro trabajo. En primer lugar, entendemos que la experiencia de la discapacidad no es única y que elementos como el género, la edad, la identidad étnica o la orientación sexual juegan un papel importante. Y en segundo lugar, queremos aportar a la construcción de visiones más plurales de sociedad desde las narrativas de personas con discapacidad.
Equidad: sabemos que las discriminaciones en torno a la discapacidad han provocado todo tipo de desigualdades. Por esta razón, con nuestro trabajo buscamos reducir esas brechas y promover, con una perspectiva de género, la participación y la incidencia de las personas con discapacidad sobrevivientes a conflictos armados y sus redes de apoyo más cercanas.
Transparencia: el manejo responsable de los recursos nos permite compartir abiertamente nuestra información como respaldo de nuestro compromiso con participantes, socios y donantes.